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Las varices son venas dilatadas o deformadas que no ejercen su función por la alteración de unas válvulas que, en condiciones normales, facilitan el retorno venoso al corazón. Las venas que más frecuentemente se afectan son las localizadas en las piernas, aunque pueden aparecer varices en otras localizaciones como varices en el esófago, varices ováricas, o en la zona final del tubo digestivo (hemorroides).
Esta patología es muy prevalente en nuestra sociedad, afectando a hombres y mujeres. Hasta un 25% de la población puede presentar varices tronculares y en las mujeres a partir de los 50 años puede aparecer alguna manifestación de insuficiencia venosa en más del 50%.
Existen presentaciones muy variadas que incluyen desde cordones venosos dilatados y sobre elevados en la piel de las piernas, hasta las antiestéticas dilataciones capilares o arañas vasculares que suelen afectar a muslos, piernas y tobillos. En casos muy avanzados pueden aparecer úlceras y heridas en las piernas que pueden ser muy incapacitantes.
Existen numerosos tratamientos para eliminar estas varices, desde la cirugía o extracción, hasta sistemas de tratamiento endovascular (desde el interior de las venas) mediante láser, radiofrecuencia, oclusión mecánico-química e incluso pegamento. La escleroterapia supone un tratamiento muy poco invasivo que actualmente es el menos agresivo y probablemente el más versátil.
Este medicamento se inyecta en forma de espuma, que es el resultado de la mezcla de un agente esclerosante junto con un gas. Normalmente se utilizan Polidocanol (POL) o Tetradecil sulfato sódico (STS) mezclados con aire atmosférico.
Existen diferentes métodos de preparación, pero hasta el momento el método más utilizado es el popularizado por Lorenzo Tessari en 2001.
La escleroterapia es una técnica aplicable a prácticamente cualquier tipo de variz. Desde las varículas o venas capilares subcutáneas hasta las varices de gran volumen, todas ellas pueden ser tratadas mediante escleroterapia. Este tratamiento también es aplicable a las malformaciones vasculares venosas.
La escleroterapia de grandes varices con espuma se realiza de forma ecoguiada (visión simultánea con ecografía) y obtiene buenos resultados si bien puede presentar mayor índice de recurrencia y por ello se requiere de un seguimiento más exhaustivo.
Este tratamiento ofrece gran flexibilidad y capacidad de personalización, además de aplicarse de forma ambulatoria en la consulta.
Probablemente ningún otro tratamiento o técnica ofrece tantas posibilidades.